22 mayo, 2008

Radio 4

Acabo casi de colgar el teléfono. Como entraba en directo a las 9:15, me he levantado con el tiempo justo de anular con cuatro cafés cargaditos el efecto de los somníferos (¿será verdad esto que cuento?).

Víctor Llopart, responsable de una de las secciones de La mañana a cuatro bandas, de Radio 4, en Cataluña, me ha preguntado acerca del blog Eva al desnudo.

Debo agradecer la tarea de documentación que han realizado: mencionaron mis dos libros, las palabras que Manel Fuentes escribió, y que aparecen en la contra de Verdad y mentiras en el sexo, han visto el vídeo que hice sobre la sesión de fotos con Wilma (Miss PlayboyTv), se habían leído varios posts... También agradezco el enfoque del asunto y su trato hacia mí: respetuoso, documentado y muy distendido, porque el sexo, tema sobre el que escribo, siendo divertido, placentero, excitante -y, si te las apañas, gratuito-, posee una cara B, como digo simpre, bien fea. La cifra de abortos, la tasa de infección por sida y ETS, demuestran que no ando desencaminada si afirmo que en este momento falta formación, sobrando información (imágenes pornográficas, películas X, textos procaces por doquier).

Que a nadie le dé vergüenza pararse a preguntar, o a leer libros como el mío, porque lo que no es de recibo es que, a estas alturas, niñas de trece o de quince años recurran a la post coital como método anticonceptivo. Lo pongo como ejemplo, pero hay otras situaciones: parejas que funcionan bien en todas las facetas menos en la cama y que desean reavivar esa llama; personas que sufren disfunciones y no saben cómo afrontar esa imprescindible conversación con su pareja; cientos de casos de abusos infantiles que nunca se han abordado y que, en la edad adulta, provocan serios conflictos... Luego está, por supuesto, la parte de disfrute físico: las posiciones, los afrodisíacos, los juguetes, las fantasías, el cine X, la cirugía íntima, etc.

Esa falta de educación en materia sexual, quizá no me competa resolverla a mí, es cierto. Tampoco lo pretendo ni soy tan presuntuosa. Sé que es tarea de padres, educadores y políticos, pero que no la haya me parece una vergüenza y una lástima. Y cuando tuve la oportunidad de escribir un libro sobre sexo, una vez empecé y me di cuenta de que podía ser no sólo un libro más, facilón, de objetivos claramente marketinianos, sino algo que contribuyera a que las personas sepan algo más y vivan su sexualidad con libertad pero desde el conocimiento, potenciando la diversión y la parte lúdica del sexo y de la seducción pero con sentido común, no quise desaprovecharla.

No hay comentarios: