06 febrero, 2014

Barbaridades, censurada



Mi exposición se titula Barbaridades. Les informo de que la exposición ha sido censurada. Hoy por la mañana he retirado las piezas de la sala.
No va a estar durante la semana del 5 al 12 de febrero, como era lo que la sala acordó conmigo.


¿Mi exposición "indecente"?

Curiosamente, yo siempre me autodefino como "Mucho más abierta de mente que de piernas". Esta frase la tengo registrada (cítenme si la emplean). La uso y la he publicado con frecuencia. Al hilo de la filosofía que subyace en ésta y en cada una de mis Barbaridades, de pronto, me paro a pensar y comprendo que soy tan, pero tan, tan, tan distinta de la señorita responsable de los eventos de la dichosa marca pija... (y no voy a hacerme un Anita Obregón y a explicar again lo de que tengo título de ICADE, masters, premios literarios, etc... Me quedo en mi frase: soy más abierta de mente que de piernas). Y de pronto me opino encima de nuevo y digo: opino que para hacer así de mal su trabajo (un curro que obviamente no sabe hacer y que le viene inmenso) ella está más abierta de piernas que de mente. 

Todo esto me recuerda el orgullo que sentí cuando salí en la revista HOLA!, con foto y todo, en la sección de sociedad, gracias a haber ganado con mi novela un premio literario. Orgullo, repito, porque ésa y otras páginas de couché las he llenado por mí misma, sin haberme tenido que comer la polla podrida de ningún conde pedófilo o de un empresario millonario corrupto y putero o por venir de la estirpe de la dama conocida por que hace el carrete con el coño y finge desmayarse cuando se la clavan.

Por ahora, me limito a pensar en algo muy sencillo. Y es que esto sólo se traduce en que me han hecho feliz. Llevo la vida entera buscando una censura como Dios manda. Gracias. Me siento el pezón de Janet Jackson en la Super Bowl, la foto rota del Papa de Sinéad O'Connor,... Me siento un icono de la modernidad, una artista urbana incomprendida.