17 febrero, 2022

Inquiokupa: Espejo Público II

 


Muy agradecida al equipo de Espejo Público por permitirme explicar mi caso, un crudo ejemplo de la insostenible barbaridad jurídica que este Gobierno ha creado. Pero, por desgracia, somos miles de afectados.

España es el único país del mundo donde se consiente el robo continuado de la propiedad privada y se garantiza impunidad y prestaciones a inquiokupas y a okupas, que no responden ni penal ni patrimonialmente tras la comisión de unos actos (robo de propiedad privada y usurpación, así como las amenazas, agresiones, coacciones, y daños morales y emocionales que ocasionan) que aquí no se consideran delictivos. somos un destino para el turismo de Okupas y de indeseables porque saben que salen indemnes, se van de rositas a hacerle la misma putada al siguiente que se fíe de ellos y cometa el error de darles las llaves. Y encima, reciben asesoría jurídica gratuita de trabajadores sociales que les ayudan a eternizar la okupación y que les emiten certificados de vulnerabilidad, sin investigar nada, por lo que, encima, reciben paguitas y ayudas. Y les dan justicia gratuita (abogados y procuradores de oficio).

Los sueldos de jueces, policías, trabajadores sociales, abogados y procuradores, las paguitas... tooooodo eso, sale de nuestros propios impuestos.

Los pequeños, medianos y grandes tenedores de vivienda somos, por culpa dde este gobierno filoetarra, secesionista y comunista, el "ESCUDO SOCIAL" con el que se llena la boca el presidente de este país, que ha hundido. Pero no, señor, Sánchez: somos víctimas. Por su culpa. Usted se llena la boca con gilipolleces y mentiras tipo: "No vamos a dejar a nadie atrás". Y eso es otra mentira tipo "no pactaría con PoTemos": usted, a los propietarios, nos deja atrás.

Señor Sánchez, disfrute del Falcon mientras pueda.


*Error: el inquiokupa no ha sido localizado aún. La inquiokupa sijo que estaba preso, pero era falso. así que corrijo: solo ella estaba presa desde 19 de noviembre 21 hasta febrero 22.

Inquiokupa: Espejo Público I

 


 
 
Presuntamente, la Jueza, Dª Elena O'connor Olivero ha pedido a Espejo Público que no se la nombre -hay cosas que deben de dar bastante vergüenza, yo lo entiendo-, creo que es importante que se sepa lo que pasa, cómo pasa y por culpa de quién pasa.
Como mínimo, gracias a mis inquiokupas le ofrecerán ir a Supervivientes o a Gran Hermano. Al menos, habrá alguien que salga ganando... Pero mientras, en el programa agachan las orejas y eliminan mi vídeo de su página web. Pero aquí está.

16 febrero, 2022

Incendio, riesgo grave: otra putada de la simia


Desde que la soltaron de Alcalá Meco, la s1mi4 ha venido dos fines de semana a MI CASA. Debe de estar en un régimen de esos donde les dejan tener teléfono y salir los findes. Así que ¡¡¡ya está operativa!!!, y mi casa es su lugar perfecto para atender pedidos.

El primer fin de semana se llevó sus cosas (retiró sus pertenencias, se lo comunicó a mi abogada, la llamó desde el "centro"). El segundo fin de semana, días 12 y 13 de febrero. El sábado hizo varias entradas y salidas, ejem... Y el domingo, ha "presuntamente" robado parte del mobiliario (las cámaras de videovigilancia la captaron el domingo acompañada de varios tíos, llevándose el sofá gigantesco y demás cosas), y

El lunes, con el equipo de Madrid Directo, al mostrarles el cuadro eléctrico, vi que además de la pieza diferencial limitadora de la potencia que habían quitado hace más de un año -lo que explicaría los recibos de luz por encima de 800 euros-, había pegado con pegamento la pieza negra, el interrutor que sirve para bajar-subir, y que salta cuando hay un problema. Tanto en Mapfre como dos electricistas consultados de urgencia me dijeron que eso no podía quedarse así POR EL RIESGO DE INCENDIO.

Ayer, por tanto, tuve que pagar un electricista para que reparase los dos temas del cuadro de luces, diferencial e interruptor, y fui poner denuncia (para que quede constancia de lo la dama vulnerable hace en cuanto que pisa la calle, y dejar claro que es ella la que provoca, la que comete fechorías que pueden acabar en una tragedia porque en esa casa viven seis personas, yo vivo pared con pared, y se trata de un edificio donde hay mucha madera que extendería el fuego rápidamente). 

Vengo de poner nueva denuncia: fíjense en el plano del cuadro eléctrico, se ve el PEGAMENTO que este fin de semana ha echado la simia en el interuptor. Me ha tocado pagar un electricista urgente (eso puede provocar un incendio), cambiar la pieza que ha jodido, colocar de nuevo el limitador de potencia que quitó hace meses y denunciar todo en comisaría. Van ya, como 8 deuncias, para nada. Hoy era la Vista pero la maravillosa jueza, Dª Elena O'connor la titular del Juzgado nº1 de Primera Intancia en que por desgracia cayó este desahucio, la pensado que mejor retrasarlo hasta finales de abril. Así, sin agobios. Ojo: dejaron de pagar en noviembre de 2020. Piden y les conceden justicia gratuita desde la cárcel para oponerse al desahucio del piso donde no viven. Perciben ayudas de todo tipo (y que pagamos nosotros...).
Gracias a la prensa por el apoyo.

 

Imagino que la pobre delincuente vulnerable ya tendrá también la paguita de ex carcelada.

Me voy ahora mismo a denunciar otra cosa, que ayer no mencioné: ha dañado la pared del pasillo distribuidor nuevamente. Y está recién pintada.

14 febrero, 2022

Hasta siempre

Te escribí el 20 de agosto, me extrañaba que no respondieras a una llamada, te había dejado un mensaje de voz unos días antes. A ese mensaje, tampoco contestaste.

De pronto el viernes pasado marqué tu número sin pensarlo mucho. “El número marcado no existe”. Supe sin saber. Se me estrujó algo por dentro. Estaba cruzando la Gran Vía, justo en la esquina del hotel donde nos bebimos tantas copas como secretos; una de las maravillosas tardes en que te sentabas en algún sofá frente a mí y me analizabas. Sin poder aguantar la devastación que me invadía ya, entré en tu perfil de Facebook y comprobé lo que intuía, lo que tanto tantísimo me temía y me asustaba. Hasta hoy, no he podido leer nada de lo que hay publicado en tu muro, pasé los ojos en vertical pero no podía ver nada. Y es que, lamentablemente, todo sucedía el 18 de agosto…

En mi vida tú eras la sabiduría, la experiencia, la paciencia, un refugio, un confidente, un maestro, un botón del pánico… Eras mi Sensei. Y así te llamé durante años. No me hago a la terrible y tristísima certeza de que ya no estés.

Quiero pedirte perdón, aunque yo no me lo perdono: debí estar más presente. No fue porque no me acordase de ti durante el encierro, sino porque siempre te tuve en tan alta estima que me daba infinito pudor contactar más a menudo: por no importunarte, por no acapararte, por no invadirte, por lo ocupado que siempre estabas… y porque soy una tarada que nunca tuvo una familia normal y me doy miedo porque no discierno hasta dónde y qué límites son razonablemente normales, ni por exceso ni por defecto. Y ahora me lamento de no haberte escrito más, de no haberte llamado y visitado más, porque no hubo una sola vez que no tuvieras un hueco para mí. Me encantaba acudir a tus producciones, me enorgullecía que me sentaras a tu lado y que quisieras mi opinión, mi veredicto, mi crítica. Y yo tuve los ovarios de descerrajar, y tú agradecido. Haber dejado pasar tantísimo tiempo sin llamarte es algo que no me voy a poder perdonar jamás porque cualquier tiempo contigo para mí era el regalo más maravilloso. No quería ser pesada. No quería ser un lastre emocional. Y no haber contactado más, con la de veces que me acordaba de ti y que pensaba en ti, me va a pesar siempre.

Qué bueno haberte conocido, amigo, qué bonitos recuerdos me dejas. Celebraste mis triunfos y me ayudaste a quitar el lastre de lo que fuera que me ahogase en cada uno de nuestros encuentros. Cuánto te quiero y cuánto te agradecí y te agradeceré siempre cada palabra, cada gesto. Odio no habértelo dicho, ojalá que lo hayas adivinado entre tacos y carcajadas. Sabía cuánto me importabas pero hasta ahora no he sido consciente del lugar preferente, del peso específico que tu amistad tenía en mi corazón. Llevo varios días sin poder dejar de llorarte. Tarde y a lo bestia, como suelo hacer yo las cosas.
Gracias.
Gracias por aconsejarme.
Gracias por animarme a escribir, a vivir, a ser. Gracias por valorarme. Qué importante eras para mí. Me leías, me corregías, me guiabas. Me enseñaste más en tus emails de tres líneas que decenas de cursos enteros de escritura creativa. No hubo una llamada o un mesaje que no me respondieras. No hubo un texto que no te leyeras y me comentaras. Certero, eficaz, sabio y presto en resolver mis dudas literarias... Implacable, generoso.

Ahora me sepulta comprender cómo te quería, cuánto me importabas, lo que significabas en mi vida. Un amigo valiosísimo, irremplazable, en mi corazón eras una figura paterna. Qué paciencia tuviste conmigo siempre. Viniste a alguna de mis fiestas, a pesar de coincidir con tus funciones, tus conciertos y tu ajetreo. Qué Honor y qué ilusión recibirte en mi casa -sin disfrazar, pero bueno-. Recibiste entusiasmado y muerto de risa una Barbie decapitada entre caramelos, una instalación que hice y que te regalé. Gracias por cuidarme. Gracias por no soltarme de la mano a lo largo de todos estos años. Gracias por no juzgarme y por hacerme ver… Gracias por enseñarme. Gracias por prestar oído a mis miedos, a mis locuras, a mis proyectos, mis sinsabores y fracasos, a mis peripecias vertiginosas, por ayudarme a confesar mis pecados y por ser siempre tan sutil… Tus palabras eran pinceladas precisas y preciosas. Mirándote a los ojos yo sabía que tú lo sabías todo, y te doy gracias por dosificar con paciencia, con esa dulzura, tu inmensa experiencia. Gracias por confiar en mí, por los retazos de intimidad que compartiste conmigo. Gracias por tus palabras, por tu generosidad, por tu vitalidad. Por demostrarme que hay que relativizar, por sonreír mientras te enfrentabas al cáncer y a auténticos titanes.

Añoro nuestras tardes de Cointreau y confidencias. Nuestros supuestos cafés se convertían en cuatro horas dentro de una burbuja mágica de digresiones, aberraciones, confesiones y diversiones, tintineando hielos en cualquier elegante bar de la zona -con los años, eran de zumos de tomate y esas mierdas, ambos estábamos tocados-. No dejo de recordar momentos, me vienen como escenas de una película. Que jamás me dejaras invitarte. Que me arropases con tu chaqueta. Que insistieses siempre en acompañarme hasta la misma puerta de mi casa… Un señor, un caballero. Y con tantísimo cariño, con esa clase, con tantísima educación, tacto y respeto.

Cómo disfrutaba de verte, de contarte, de escucharte. Lástima que con el paso de los años y el alcohol que acompañaba nuestras tardes se me hayan borrado algunas de tus frases. "Eres una fuerza de la naturaleza” me dijiste en una ocasión. Y que confiabas en mí, que no necesitabas comprobar nada: “Tienes la mirada limpia”. Conservo tus correos como auténticos tesoros. Me decías cosas preciosas. Escribiste que yo tenía talento. Ojalá hubiéramos descubierto para qué… Ojalá te hubiera preguntado más, ojalá te hubiera exprimido más.
Eras mi gran lujo, siempre deseando otra de esas larguísimas charlas a calzón quitao, siempre me despedí de ti con ganas de más tiempo, de más. Para mí eras enorme, supe siempre que era un privilegio poder contar contigo, tuve la suerte de saberte en mi vida. Siempre ahí, lejos… pero al alcance de la mano. Me daba seguridad saber que desplegarías tus alas protectoras, como hiciste cuando fue preciso.

Te recordaré al recorrer la Gran Vía, Sensei. Me vas a faltar siempre.

12 febrero, 2022

Morosos y una mierda de ley. Así nos va


 

Ana Rosa (Tele5): inquiokupas y otra escoria

 



España: destino para turismo de okupación. Telemadrid


 


Inquiokupas: morosos, Juzgado de Primera Instancia nº1 de Madrid


 https://www.telemadrid.es/programas/120-minutos/minutos-Parte-dos-2-2401579868--20211202053916.html

 

2 dic. 21

Buenos días Madrid, Telemadrid

 


Buenos días Madrid, Telemadrid. 1 dic. 21

Okupas y gentuza

 Minuto 48". Denuncia en 120 minutos, Telemadrid


Sale de la cárcel, la okupa no se larga



120 minutos, de Telemadrid. 26 enero 21

 Cobertura de la inquiokupación de mi casa por el programa 120 minutos, de Telemadrid. 26 enero 21

Desde minuto 30


Twitter, programa 120 Minutos de Telemadrid


Denuncia de inquiokupas, morosos. Telemadrid, programa 120 minutos