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El otro día me entrevistaron en La Fm de RCN de Colombia, uno de los países donde mi libro Verdad y Mentiras en el Sexo se vende desde hace meses.
Han colgado un artículo y el corte de audio en su página.
Un amigo me abrió este blog para que contase las anécdotas de la publicación de mi primer libro, un trabajo periodístico acerca de la industria del porno. Aquí seguí reseñando cuanto rodeó la edición del segundo, un manual de divulgación sobre sexualidad. "Mi lado más hardcore" y "Verdad y Mentiras en el sexo" han sido mis criaturas más mediáticas, por las que me empezaron a invitar a las teles. Pero hay más... "Sexo, amor y cirugía", mi primera novela, premiada incluso. Y sigo ;)
La venta de juguetes eróticos, sin embargo, ha continuado su ascenso imparable. "Los consumidores compran ahora productos más sofisticados", explica un portavoz de la empresa Control. La escritora y musa cibernética de la sexualidad Eva Roy dice que la boutique erótica de su página web (www.evaroy.com) había registrado en marzo una cifra de ventas récord. "Si pasamos mayor tiempo en casa y nos da por ser optimistas, la crisis brinda la oportunidad de reencontrarse con la pareja", comenta la autora de Verdad y mentiras del sexo (Ediciones B).Guillermo, desde aquí te doy las gracias.
En realidad, había estado en Paz en la tierra como entrevistada la semana pasada:
La popular actriz y humorista gaditana PAZ PADILLA conduce un late-night show producido por Jesús Quintero, que se emite las noches de los lunes, martes y miércoles. [...] El programa Paz en la tierra estrena en esta edición una nueva mesa compuesta por EVA ROY, JOSEP TOMÁS y MARTÍN MAZZA. (Nuestro debate sobre el mercado de la pornografía en España comienza en el minuto 56:30)
También acudirá como invitada la escritora madrileña EVA ROY, autora del blog de sexo "Eva al desnudo"Paz Padilla me entrevistó (desde minuto 63) y, al terminar, me ofrecieron volver, ya en calidad de colaboradora. No recuerdo casi nada, del subidón de alegría que me dió. ¿No le pasó eso a alguien ya? En fin... Creo que podría acostumbrarme al glamour televisivo.