23 agosto, 2009

Tanto que aprender

Hubo quien no compredió las líneas que elegí para la parte donde los autores escriben sus dedicatorias. No podía dejar de poner ahí, abriendo mi novela Sexo, amor y cirugía, una idea que llevaba meses rumiando y que no se me iba de la cabeza. Por no desentonar con los que tienen reputación en eso de escribir, intenté frases de otros, citas célebres, y fórmulas ya utilizadas pero, por más que probé otras, no la mejoraban.

"Los gatos, que tienen siete vidas, se pasan horas aullándole a la luna. Nosotros,que solo disponemos de una, la derrochamos mirándonos el ombligo".

Tal y como me suele pasar, pocos me han entendido, para variar. No va de que tengo gatos, ni de que miren por la ventana... Va de lo mucho que hemos de rescatar, en cuanto a valores, a sabiduría de la buena, de los animales. Y viendo estos vídeos me quedo sin palabras...



1 comentario:

TRNSSTR dijo...

Que razón tienes, a veces pensamos que sabemos dónde está la luna y no somos capaces de mirar dos palmos más allá de nuestro ombligo.