14 agosto, 2009

Eva Roy mola


Ayer sentí como que molaba ser Eva Roy... A lo largo del día, hubo un momento en que archivé el ejemplar de ELLE de agosto (no lo tiro porque colaboro en el reportaje central, uno sobre cómo reavivar la pasión, y no añado un link porque no lo encuentro) y otro de ¡HOLA!, el de esta semana, donde aparezco en las páginas de sociedad, en ésas en blanco y negro, con foto y reseña curricular y de méritos académicos, con motivo de haber escrito mi primera novela, premiada de entre 514 y tal. Después, de madrugada ya, pongo Telemadrid y me vuelvo a ver el Territorio Comanche, hablando en un debate sobre gigolós de lujo, discutiendo con la Tárrega a mandíbula batiente, y hoy, mientras empiezo otro libro -a leerlo, no a escribirlo-, reflexiono que, desde fuera, debe de parecer que Eva Roy mola.

Llenito de polvo (contradiciendo de facto a uno que planteaba eso de "Pudiendo ser la reina de tu casa ¿para qué quieres ser profesora de Universidad?", ejem) recupero un librito enano que me compré en un puesto callejero de La Habana, hará tres años. Me fascinó su título (razón suficiente para que yo decida llevarme una publicación): "La historia me absolverá". Lo agarré y pensé: "seguro que a mí también" y eso que aún no había empezado el circo... "La historia me absolverá", ¡qué bueno! Ojalá lo hubiera registrado yo, como el del "Manual de la perfecta cabrona" y algún otro. El caso es que voy por la página 2 del alegato de Fidel Castro y ya he tenido que hacer un parón: he escrito este post, he hecho la comida -o algo parecido-, me he pintado las uñas, he chateado y no veo la hora de volver a él... A este ritmo, llegar a la página 80 me costará un año y medio.

1 comentario:

Mery Jane dijo...

Claro que mola ser Eva Roy, nena. Es bueno que te lo creas, así tu salud mental mejorará y eso repercutirá en tu salud social, ggg.

¿Ahora sales en las revistas del corazón? ¡Qué fuerte! Enhorabuena por ello, pero espero que no tenga consecuencias indeseables; ya sabes cómo es esto del famoseo, a algunos les pasa factura...

Por cierto, a Asturias no acaba de llegar tu último libro eh? Espero que no tarde mucho, a este paso sacarás la segunda parte y yo sin leer la primera...si es que...

Besazos guapa.