Dejen que les diga que por culpa de lo que veo y de lo que leo, estoy un poco entre confusa y en shock. En el museo de Leopold, uno de los más importantes de Austria, han decidido tapar las "partes íntimas" de tres jugadores
de fútbol que forman parte de los carteles de publicidad para una
exposición que se titula, precisamente, Hombres Desnudos, obviando que
han expuesto unas trescientas obras con mujeres desnudas con toda
tranquilidad previamente... Y en otra parte de la Europa civilizada, y
por primera vez en la historia de Chanel nº 5, un personaje masculino presta su imagen para el anuncio. "No es un viaje... cada viaje termina", dice Brad Pitt
mirando a cámara. Y te derrites, a pesar de que sale vestido. Y te
olvidas del absurdo texto que el actor trata de interpretar (y que ha
logrado que la red se llene de parodias...),
un mensaje que no te has creído ni con Vanessa Paradis, ni con
Catherine Deneuve, ni con Nicole Kidman, ni con ninguna de las guapas
oficiales... Y él te sigue mirando fijamente, pero ni por ésas te
invaden ganas irrefrenables de bañarte en Chanel nº 5, porque cada vez
que lo has olido te reafirmas en que ni te gusta como huele ni tú
quieres oler así, por más que Marilyn Monroe lo usara de pijama, una suerte de afrodisíaco supongo... Y qué me dicen de la pieza que hoy ha dedicado un programa a Alessandra Ambrosio.
La brasileña, madre de dos hijos -y con ese body, hay que j*****-, es
la próxima top que va a lucir el sujetador más caro en el próximo
desfile de Victoria's Secret.
El caso es que, miren que me compro lencería, pero yo lo encuentro
horrendo, a pesar de que sé que vale 2,5 millones de dólares... A mí,
ver ese desfile de "ángeles" y caminar por Chueca cruzándome con
musculocas prietas, son las únicas cosas que me producen ganas
irrefrenables de encerrarme en casa a hacer abdominales hasta la muerte
por extenuación... Y pensando en músculos palpitantes, no puedo borrarme
de la cabeza el programa de MTV Gandía Shore,
una especie de Gran Hermano, con su sistema de convivencia forzosa sólo
que éste en régimen semi-abierto, adonde se acumulan litros de alcohol y
chonis que llevan kilos de extensiones y cachas muy tatuados y aún más
depilados. Ellas se pintan los ojos de negro como mapaches epilépticos y
van encaramadas desde las diez de la mañana a plataformas descomunales.
Los muchachos centran su existencia en torno a dos asuntos cruciales:
ejercitar sus abdominales y lucir sus abdominales. Las abdominales son
Dios dentro de su micromundo. Y ambos asuntos se encaminan a la
consecución de su propósito universal: aparearse. "Mi corazón no es de
ninguna, y mi polla es de todas", cito literalmente a Labrador, the one
and only... ¿A que el formato no perdería si careciera de audio? En fin,
cuánto daño ha hecho la ESO...
pero yo estoy enganchada a verlo cada domingo, oigan. Y por alusiones
al tema del encierro y del fornicio, otra noticia sobrecogedora: la
Policía tiene detenido a Nacho Vidal por estar relacionado o implicado de alguna manera con la mafia china de blanqueo de capital. No gano para sustos.
Verlo en Diario de Una Groupoaholic
Un amigo me abrió este blog para que contase las anécdotas de la publicación de mi primer libro, un trabajo periodístico acerca de la industria del porno. Aquí seguí reseñando cuanto rodeó la edición del segundo, un manual de divulgación sobre sexualidad. "Mi lado más hardcore" y "Verdad y Mentiras en el sexo" han sido mis criaturas más mediáticas, por las que me empezaron a invitar a las teles. Pero hay más... "Sexo, amor y cirugía", mi primera novela, premiada incluso. Y sigo ;)
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